La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos solicitó a las autoridades mexicanas una investigación “exhaustiva” tras el “perturbador” hallazgo de restos humanos en un rancho de Teuchitlán, Jalisco, presuntamente utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para entrenar a jóvenes reclutados mediante engaños.

El hallazgo, realizado el 5 de marzo por el colectivo de familiares de desaparecidos Guerreros Buscadores, revela la existencia de hornos crematorios clandestinos en la finca, que el colectivo describe como un “centro de exterminio”.

Para la portavoz de la ONU, Liz Throssell, este suceso es “un recordatorio profundamente perturbador del trauma de las desapariciones vinculadas al crimen organizado en el país”.

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La Fiscalía del estado de Jalisco, que realiza trabajos periciales en seis lotes donde se han encontrado centenares de prendas, casquillos y otros objetos, estima tener resultados en aproximadamente dos semanas.

La ONU también “toma nota” del compromiso del Gobierno de México para examinar posibles fallos en la investigación inicial del rancho, ya que la Guardia Nacional y la Fiscalía del Estado de Jalisco habían registrado el lugar en septiembre de 2024 sin hallar pruebas concluyentes.

En un comunicado, Throssell llamó al Gobierno a “mejorar las medidas preventivas y a garantizar la protección y el apoyo a las familias víctimas de desapariciones en su búsqueda de verdad, justicia y reparación”.