Una operación de gran escala emprendida por las fuerzas de seguridad en los complejos de favelas de Penha y Alemão dejó al menos 64 personas muertas y 81 detenidas, en lo que ya se considera la acción policial más letal en la historia reciente de Río de Janeiro, según reportes oficiales.
El despliegue, que comenzó en la madrugada de este martes, movilizó a unos 2,500 agentes de la Policía Civil y Militar con el propósito de capturar a líderes del Comando Vermelho (CV), uno de los grupos criminales más poderosos del país, dedicado al tráfico de drogas y armas.
De acuerdo con las autoridades, entre las víctimas hay 60 presuntos delincuentes y cuatro agentes caídos en el cumplimiento de su deber. Las fuerzas de seguridad informaron además la incautación de más de 50 fusiles de asalto y grandes cantidades de narcóticos durante las redadas.
El gobernador del estado, Cláudio Castro, describió la operación como “la mayor ofensiva contra el Comando Vermelho” y confirmó que el operativo continúa en curso, por lo que las cifras podrían aumentar.
“Los criminales resistieron con armamento pesado e incluso con drones modificados para disparar. Nuestros agentes respondieron conforme a la ley”, declaró el mandatario a medios locales.
La acción provocó intensos enfrentamientos en varios puntos de la ciudad. Habitantes de las favelas reportaron tiroteos prolongados y bloqueos en las principales avenidas, donde integrantes del CV habrían levantado barricadas para frenar el avance policial.
El Comando Vermelho, con base en Río de Janeiro, mantiene presencia en buena parte del país, incluida la región amazónica, y es considerado el principal rival del Primer Comando de la Capital (PCC).
Hasta hoy, la operación más sangrienta en Río databa de mayo de 2021, cuando 28 personas murieron durante una redada en la favela de Jacarezinho. Con la cifra actual de muertos, la intervención de este martes marca un nuevo y trágico récord en la lucha contra el crimen organizado en Brasil.