El huevo, tortilla, jitomate y cebolla, de los pocos víveres que se encuentran en las centrales de abasto de Guerrero, alcanzaron precios exorbitantes ante la escasez que se vive en el puerto.

En la periferia de la ciudad costera el kilo de tortilla ronda los 120 y 150 pesos en las colonias Sabana y Ciudad Renacimiento.

La Libertad otra demarcación a la salida del municipio, es una de las zonas donde los productos de la canasta básica son ilimitados.

 “Se vende de dos kilos por familia, pero se deben hacer filas de hasta dos horas. Aquí no ha subido el precio; está en 30 pesos, pero al día solo se puede vender dos kilos por familia”, detalló a El Heraldo Alín Rodríguez Bello, vecino de este lugar.

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En la central de abastos en la colonia Vacacional, el casillero de huevo pasó de costar 90 a 200 pesos en algunos puestos, en otros alcanza hasta los 250, mientras que el más económico, cuesta 180.

“Sabemos que están entrando camiones de ayuda, pero aquí no han llegado”, lamentó Norma, vecina de Renacimiento.

La situación se vuelve cada vez más compleja. Algunos de los productos que se ofertan, aseguran los vecinos, son rapiñados. “El problema no son sólo los precios carísimos, es que no hay dinero, no hay bancos, no hay nada. El dinero no vale”, narró una damnificada.