Trabajar tiempo extraordinario se ha vuelto una práctica común en muchas empresas, pero ello no garantiza que los trabajadores reciban la compensación adecuada por su esfuerzo adicional.
La falta de pago por horas extras se ha convertido en uno de los principales incumplimientos laborales identificados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
En el último año, la STPS señaló que la omisión en el pago de horas extraordinarias, junto con la falta de prima vacacional y el respeto al derecho al descanso, se ubicó como el cuarto incumplimiento más recurrente durante las inspecciones de condiciones generales de trabajo.
De acuerdo con el Programa de Inspección 2024 de la dependencia, se registraron un total de 22 mil incumplimientos en este ámbito durante el año pasado.
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El tema adquiere mayor relevancia en el contexto de la reciente reforma legislativa que tipifica las jornadas laborales que exceden los límites establecidos por la ley como un delito de explotación laboral.
Esa modificación a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas, que entró en vigor en junio, se centra en el control del tiempo extraordinario, el cual está legalmente limitado a tres horas diarias y nueve horas semanales.
Las nuevas disposiciones legales consideran el tiempo de trabajo que excede estos límites como un caso de explotación laboral, lo que subraya la importancia de garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados.
Los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revelan que cerca de 4.8 millones de personas en el país laboran más de 56 horas a la semana, superando así tanto el límite legal como el tope de tiempo extraordinario.