En los últimos días, se ha observado que tanto el Vaticano como Turquía han intentado mediar entre Rusia y Ucrania para iniciar conversaciones de paz y detener la violencia.

Sin embargo, ambas partes en conflicto no están dispuestas a negociar, ya que creen que pueden derrotar al otro en el campo de batalla.

Moscú se niega a retroceder en las regiones ucranianas que ha conquistado, mientras que Kiev rechaza negociar mientras las tropas rusas permanezcan en su territorio.

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Expertos militares coinciden en que ninguna de las partes está ganando ni perdiendo en esa guerra de desgaste, con avances y retrocesos a lo largo de los mil 200 kilómetros de frente.

Mientras el Papa reza por la paz, el líder de la iglesia ortodoxa rusa bendice las armas contra lo que considera un “régimen neonazi” en Ucrania.

China ha intentado mediar en el conflicto, pero su posición equidistante no ha sido aceptada por ninguna de las partes, ya que no condena la invasión rusa, pero defiende la integridad territorial de Ucrania.