En un contexto de incertidumbre económica, los consumidores mexicanos han visto deteriorarse su confianza, reflejando un pesimismo marcado en sus expectativas para los próximos 12 meses.

De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de Confianza del Consumidor (Icc) se ubicó en 46.9 % en julio, lo que representa una disminución de 0.4 % respecto al mes anterior.

Tras dos meses de estancamiento en abril y mayo, los consumidores habían recuperado algo de confianza en junio; sin embargo, el optimismo se esfumó rápidamente en julio, cuando la confianza tanto en la situación del hogar como en la economía general se vio afectada.

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Entre los indicadores más preocupantes, la expectativa sobre la situación económica del país presentó un retroceso de 0.7 %, marcando el primer descenso después de dos meses de avances.

La capacidad de las familias para realizar compras de bienes duraderos también se vio comprometida, con una caída de 0.3 %, lo que marca su tercer retroceso mensual consecutivo.

El clima de desconfianza se ve agravado por un repunte en la inflación durante los primeros siete meses del año, afectado principalmente por el aumento de precios en productos agrícolas, energéticos y servicios como el de fondas y taquerías.

Además, la economía mexicana comienza a experimentar una desaceleración en su crecimiento, lo que repercute en la creación de empleo. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) reveló recientemente la pérdida de más de 800 mil empleos, tanto formales como informales, durante el mes de julio.