Durante la apertura de la COP30, celebrada este jueves en Belém, Brasil, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a posicionarse como una de las voces más críticas dentro del debate climático internacional. En su intervención, el mandatario advirtió que el mundo está enfocando sus recursos en los lugares equivocados, al priorizar la industria militar sobre la lucha contra el calentamiento global.

Petro calificó como un “error histórico” la decisión de los países miembros de la OTAN de aumentar su gasto militar hasta el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB), acuerdo alcanzado durante la cumbre de La Haya, en la que solo España se abstuvo de firmar.

“Europa se equivoca si decide invertir más en armas. No es Rusia el enemigo, es la crisis climática”, señaló.

El mandatario colombiano sostuvo que la emergencia climática no distingue fronteras y que el verdadero desafío de las potencias mundiales debería ser proteger la vida en el planeta y garantizar un modelo de desarrollo sostenible.

“Son sus nietos, señoras y señores presidentes, quienes están en riesgo, al igual que los hijos e hijas de todo el pueblo europeo y de la humanidad entera. Rusia es parte de Europa, el enemigo no está en los mapas políticos, está en la temperatura del planeta”, subrayó.

Durante su discurso, Petro también dirigió sus críticas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien acusó de ignorar las advertencias científicas sobre la urgencia de descarbonizar la economía.

“El señor Trump está completamente equivocado. La ciencia ya advierte el colapso si Estados Unidos no cambia su modelo energético. No es ‘taladrar, taladrar y taladrar’. Esa no es la solución, es el camino hacia el desastre”, afirmó con dureza.

El presidente colombiano instó a las principales economías del mundo a abandonar su dependencia de los combustibles fósiles y a cumplir con los compromisos del Acuerdo de París, asegurando que de continuar con el modelo actual, los daños serán irreversibles.

Petro aprovechó el foro para llamar a una nueva agenda global, centrada en la justicia ambiental y la cooperación entre naciones. Propuso que los países del Sur Global, quienes padecen con mayor intensidad los efectos del cambio climático, participen activamente en la toma de decisiones y en la distribución de los recursos financieros para mitigación y adaptación.

“Ya no se trata solo de promesas o discursos; necesitamos una economía mundial que deje de financiar la muerte y empiece a invertir en la vida”, concluyó.

Su mensaje resonó entre los asistentes a la COP30, consolidando a Gustavo Petro como uno de los líderes latinoamericanos más enfocados en denunciar la inacción climática y exigir una transformación estructural del sistema económico global.