En el marco del segundo día del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, expertos y autoridades coincidieron en que la inteligencia artificial (IA) necesita una regulación que proteja a los usuarios sin frenar su desarrollo ni los beneficios económicos que genera.

Kirill Zalessky, ministro de comunicaciones e informática de Bielorrusia, advirtió que una regulación mal diseñada puede ser un freno o un impulso para la tecnología.

En tanto, German Gref, CEO del banco ruso Sberbank, sostuvo que “la regulación es inevitable”, al reconocer que, junto con sus ventajas, la IA implica riesgos que el Estado debe vigilar.

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Gref propuso tres ejes para un marco regulatorio eficaz: fomentar el desarrollo de la IA, garantizar su uso real en los países, y avanzar en el diseño normativo sin frenar la innovación.

Destacó los modelos de Estados Unidos, China y Rusia como ejemplos de regulaciones que han acompañado el avance tecnológico, a diferencia de la Unión Europea, donde, según dijo, “hay regulación, pero no hay inteligencia artificial”.

Señaló que el Reino Unido ha logrado mejores condiciones para el desarrollo del sector gracias a su enfoque regulatorio y llamó a no precipitarse, para evitar afectar a los desarrolladores.

Los ponentes destacaron que la IA ya transforma múltiples sectores, como salud, educación, ciencia, construcción, economía y administración pública, por lo que su regulación debe ser estratégica y flexible.