Debido al incremento de sucesos violentos en Guerrero, Hidalgo y Oaxaca, autoridades en esos estados tomaron la decisión de cancelar los festejos patrios.

El 1 de agosto, la asamblea municipal de Zacualtipán, Hidalgo, canceló la celebración del 15 de septiembre, luego de una jornada de disturbios causados por habitantes inconformes por el asesinato de un hombre de 60 años, supuestamente a manos de policías que lo detuvieron por una falta administrativa.

De hecho, durante las protestas incendiaron una propiedad del alcalde de Zacualtipán, Edgar Moreno Gayosso, quien tuvo que huir del lugar saltando una barda.

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Por otro lado, en Guerrero, el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, informó que en los municipios de Chichihualco y Tierra Colorada no festejarán el Grito de la Independencia por cuestiones de seguridad, luego de enfrentamientos entre grupos armados.

Recientemente fue asesinado el jefe de la policía municipal y tres policías mas en Tierra Colorada, y grupos criminales decretaron un toque de queda.

En lo que corresponde a Oaxaca, la autoridad comunitaria de Palomares, del municipio de Matías Romero, suspendió actos cívicos y la celebración porque en redes sociales fueron divulgadas amenazas demandando el pago de “derecho de piso” a los transportistas.