¿Por qué se nos pegan algunas canciones y otras no?
evangelio | 4 mayo, 2025

Todos hemos experimentado ese momento en que una canción se repite sin cesar en nuestra cabeza, a veces hasta la exasperación.

Ese fenómeno, conocido como “earworm” o “canción pegada”, es sorprendentemente común, afectando a cerca del 90 % de la población. Pero, ¿qué hace que ciertas melodías se aferren a nuestro cerebro y otras no?

De acuerdo con los expertos, la clave reside en la combinación de melodías y ritmos repetitivos, la carga emocional asociada a la canción y la forma en que nuestro cerebro procesa la música, la memoria y la atención

Estudios de imágenes cerebrales revelan que áreas como el hipocampo, la amígdala y el núcleo accumbens están involucradas en la creación de redes neuronales que se “atascan”, provocando la repetición automática del fragmento musical.

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Aunque molestos, los “earworms” suelen ser inofensivos

Para deshacerse de ellos, los expertos recomiendan distraerse con actividades que requieran concentración, practicar “mindfulness” dejando que la canción fluya sin resistencia, o incluso escuchar la canción completa para “cerrar el ciclo”. Curiosamente, masticar chicle también puede ayudar.

Algunas canciones son más propensas a convertirse en “earworms” que otras.  “Bad Romance” de Lady Gaga, “Can’t Get You Out Of My Head” de Kylie Minogue y “Don’t Stop Believing” de Journey son ejemplos comunes gracias a sus ritmos pegadizos y estribillos repetitivos.

Si un “earworm” persiste por más de 24 horas, podría ser señal de un problema subyacente y requerir atención médica, pero en la mayoría de los casos, son solo una peculiaridad más de la fascinante forma en que funciona nuestro cerebro.

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