El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el portazo del miércoles en Palacio Nacional fue un “vulgar acto de provocación” y que su gobierno no caerá en ello, además de reprochar a medios la difusión “sensacionalista” del suceso.

En conferencia de prensa matutina desde Tamaulipas, el mandatario reprochó que el asunto fue muy difundido por la prensa en un tono escandaloso, amarillista y sensacionalista.

“Todo lo que suponen que nos afecta lo magnifican”, subrayó, y dijo que tales medios no se enteran de que al difundir la información de esa manera “nos ayudan a que la gente que ya tiene mucha consciencia advierta de que en estas acciones hay mano negra”.

Para el presidente, la irrupción a Palacio Nacional de parte de un grupo de encapuchados que se presentaron como normalistas de Ayotzinapa se trata de un “vulgar acto de provocación”.

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“Nosotros no vamos a caer en ninguna provocación; están, nuestros adversarios, desesperados, están recurriendo a la guerra sucia y a actos como el de ayer”, agregó.

López Obrador reconoció que es justa la demanda de los padres de los 43 normalistas desaparecidos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, en septiembre de 2014.

Sin embargo, aseguró que a la situación se le han agregado “grupos de derecha, conservadores”, incluso partidos políticos de oposición, además de organismos internacionales y “supuestos defensores de derechos humanos”, lo que ensucia el panorama.

“Es un coctel de provocadores que están en contra de la transformación (…) no quieren que se avance [en el caso], dejaron todo enmarañado”, aseveró.

Además, dijo que habrá diálogo directo con los familiares, pero sin intermediarios, sin abogados, “porque no me dan confianza”, pues asegura que promovieron la liberación de quienes participaron en la desaparición de los jóvenes.