En un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, el sector tecnológico se ha consolidado como uno de los principales generadores de empleo y crecimiento salarial.
Sin embargo, enfrenta el desafío de la baja representación de mujeres, que se traduce en una disparidad de género relevante en un entorno que, según los expertos, podría tardar hasta 10 años en equilibrarse.
De acuerdo con el informe de Tendencias de Talento 2024 de Technology, sólo el 30 % de los empleos en el sector tecnológico son ocupados por mujeres, y el 43 % de los trabajadores considera que la paridad de género no se logrará antes de seis a diez años.
Un estudio del Banco Mundial revela que en al menos 30 economías emergentes, los hombres tienen 2.7 veces más probabilidades de conseguir un empleo en la industria tecnológica en comparación con las mujeres, y cuentan con 7.6 veces más posibilidades de ocupar un puesto en el ámbito digital.
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La diferencia se agrava con la brecha salarial, ya que el 73 % de los encuestados reconoce que las mujeres en posiciones digitales enfrentan salarios más bajos que sus colegas hombres.
A pesar de que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) posiciona a México como una de las economías con menores brechas de género en perfiles de programación, la subrepresentación femenina se mantiene evidente en otras áreas tecnológicas.
Una de las causas más relevantes es la escasez de mujeres en campos de estudio relacionados con ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
El estudio elaborado por Accenture y Girls Who Code destaca que las mujeres abandonan sus puestos en el sector digital a un ritmo 45 % más alto que los hombres, con la estadística de que la mitad de ellas abandona la industria antes de cumplir 35 años.
La firma PageGroup agrega que el 52 % de las personas encuestadas considera que las trabajadoras en la industria tecnológica enfrentan mayores dificultades para crecer y desarrollarse en sus empresas.
Todos esos datos subrayan la necesidad de implementar políticas que fomenten la inclusión y equidad de género, no solo en el ámbito de la contratación, sino también en la promoción y retención de talento femenino.