Organizaciones de productores agrícolas y transportistas anunciaron un paro nacional para el próximo 24 de noviembre, ante lo que consideran una falta de acuerdos reales con el Gobierno federal respecto al precio del maíz y las condiciones de seguridad en carreteras.
El llamado surge desde el Frente Nacional para el Rescate del Campo, encabezado por Eraclio Rodríguez Gómez, quien advirtió que los convenios anunciados por la autoridad federal “solo benefician a grandes comercializadoras” y dejan fuera a pequeños y medianos productores, quienes hoy enfrentan costos crecientes de insumos, volatilidad de precios y una seguridad deteriorada.
“El campo no puede sostenerse con subsidios que solo favorecen a unos cuantos”
Rodríguez Gómez señaló que los apoyos actuales no alcanzan para sostener la producción básica, particularmente en entidades con fuerte vocación agrícola, donde los márgenes de ganancia se han reducido al mínimo.
En este bloque se encuentra Michoacán, uno de los estados donde organizaciones agrícolas han expresado preocupación por los precios del maíz blanco y amarillo y por el impacto de la inseguridad en rutas estratégicas como Morelia–Pátzcuaro, Zamora–La Piedad y la zona Bajío–Occidente, donde los transportistas han denunciado asaltos recurrentes. Aunque Michoacán no encabeza la convocatoria, sí forma parte de la red de productores que respaldan la presión nacional para revisar el esquema de comercialización.
Transportistas: asaltos, extorsiones y cadenas de suministro vulnerables
El movimiento ha sumado a transportistas que aseguran ser víctimas constantes de asaltos, robo de unidad y extorsión en tramos federales. Señalan que esta situación afecta directamente la distribución de productos agrícolas, pues camiones cargados de grano, insumos o maquinaria se han convertido en blanco del crimen organizado y de bandas dedicadas al robo carretero.
En Michoacán, los gremios locales han insistido en que la inseguridad carretera encarece los traslados y obliga a modificar rutas, generando pérdidas para productores medianos y pequeños que dependen de centros logísticos como Morelia, Zamora o La Piedad para movilizar su mercancía hacia el Bajío y el centro del país.
Un frente común y una advertencia
Rodríguez Gómez explicó que agricultores y transportistas “comparten causas y agravios”, por lo que decidieron emprender acciones conjuntas para presionar a la Federación. De acuerdo con el vocero, el paro del 24 de noviembre se concentrará en los principales centros logísticos del país y se buscará no afectar al transporte de pasajeros ni al tránsito local.
Baltazar Valdez, otro líder del Frente, aclaró que la protesta es solo el inicio de una ruta más amplia si el Gobierno federal no acepta revisar las demandas estructurales: precios de garantía realistas, seguridad carretera, créditos accesibles y vigilancia efectiva en zonas rurales.
Un termómetro para el campo mexicano
El paro nacional pondrá a prueba la capacidad del sector agrícola para articular un movimiento unificado, algo que no ocurría desde hace varios años. En estados agrícolas clave como Michoacán, Sinaloa, Chihuahua, Jalisco y Guanajuato, la tensión es creciente por un modelo de comercialización que, según productores, ha marginado a quienes sostienen la base alimentaria del país.
Los organizadores advirtieron que, si no hay respuesta federal, las movilizaciones podrían extenderse a diciembre con bloqueos intermitentes en nodos logísticos, pasos carreteros y centros de acopio.