El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que cualquier autorización por parte de Occidente para que Ucrania use armamento de largo alcance contra el territorio ruso equivaldría a una participación directa de la OTAN, Estados Unidos y sus aliados europeos en el conflicto.

Putin indicó que tal decisión significaría un “cambio drástico de la esencia misma, de la naturaleza del conflicto”, subrayando que “la OTAN, Estados Unidos y sus aliados estarían en guerra con Rusia”.

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En ese contexto, el presidente afirmó que el Kremlin adoptaría “las correspondientes decisiones” en respuesta a las supuestas amenazas creadas en su contra.

Horas antes, en un evento en Moscú, el canciller ruso, Serguei Lavrov, también afirmó que el Kremlin está convencido de que Washington y Londres han autorizado a Kiev a utilizar misiles de largo alcance para atacar a Rusia.

Lavrov sugirió que los aliados occidentales buscan la forma “más bonita y elegante” de hacer pública esa decisión.

El jefe de la diplomacia rusa compartió su perspectiva sobre la guerra en un encuentro con embajadores de cerca de 80 países, en el que mostró un video de cinco minutos que, según él, evidencia los “horrores cometidos por los ucranianos contra la población civil” en las regiones de Donbás (Donietsk y Lugansk) y Kursk.