El papel del presidente de casilla es uno de los más importantes durante una jornada electoral, pues en sus manos está el guiar que el ejercicio democrático se realice de manera ordenada y legal de acuerdo a los estatutos del Instituto Nacional Electoral (INE).

Su función comienza desde el recibimiento de la documentación necesaria para la instalación de la casilla antes de las 08:00, posteriormente preside y verifica el buen funcionamiento de la mesa directiva.

Asimismo, se encarga de identificar a los electores que acuden a votar con su credencial del INE y en caso de ser necesario, retira a aquellas personas que incurran en alguna alteración del orden o afecte el funcionamiento de la casilla.

Bajo la autoridad que le otorga ser presidente de casilla, en sus manos está el suspender, temporal o definitivamente, la votación en caso de detectar irregularidades.

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Por otra parte, al concluir la jornada, efectúa el escrutinio y cómputo de la votación, turna al consejo distrital la documentación y expedientes de la elección.

Finalmente, en los días posteriores a la actividad democrática, es el encargado de fijar en un lugar visible al exterior de la casilla los resultados del cómputo de cada elección.

Para reducir los márgenes de error este 2 de junio, el INE organizó durante tres semanas simulacros en las casillas para que los funcionarios sepan cómo actuar en todos los sentidos, desde la llegada de los votantes y hasta en situaciones de violencia.