En el año 2018, el colectivo Voces de la Ausencia, integrado por activistas y víctimas de feminicidio, lanzó una petición por la plataforma digital Change.org en la que se solicitaba el reconocimiento del 3 de noviembre como el “Día de Muertas”, una fecha para dignificar a las mujeres asesinadas por el mero hecho de serlo.
La iniciativa comenzó a tomar fuerza en México tras exponer los alarmantes números de violencia contra la mujer. El colectivo expuso que en el país, un promedio de siete mujeres son asesinadas al día, mientras que entre 1990 y 2019 se registraron más de 56 mil asesinatos a mujeres.
La campaña se arreció tras la participación de activistas como Elena Poniatowska, Juan Villoro y Frida Guerrera, en spots publicitarios convocando a la primera marcha por el “Día de Muertas”.
Previo a la convocatoria, el Observatorio Nacional de Feminicidio, conformado por 43 organizaciones civiles de 23 estados, se deslindó de la iniciativa que buscaba institucionalizar al 3 de noviembre como el “Día de Muertas”, por considerar que esta conmemoración fomentaría la normalización de la violencia feminicida.
“Las mujeres asesinadas no puede ser una tradición y mucho menos una bandera utilizada por una agencia de publicidad”, se lee en su comunicado de prensa, con fecha del 29 de agosto de 2018.
Ante la división de los movimientos y la entrada de un nuevo Gobierno federal, desde el Poder Ejecutivo y el Legislativo no se realizó ninguna tarea por institucionalizar el día, la petición se pateó a las oficinas de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, mientras que las marchas continuaron los años siguientes, y se fueron expandiendo al interior del país.
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En el ámbito internacional, la Organización de las Naciones Unidas fijó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, teniendo como antecedente la lucha de las hermanas Mirabal, tres activistas de la República Dominicana que fueron asesinadas en 1960 por órdenes del presidente Rafael Trujillo.
Mientras que en el año 2020, la Comisión Nacional de Derechos Humanos exhortó a la Cámara de Diputados para que aprobaran el proyecto de decreto para declarar el 16 de enero como el “Día Nacional contra el Feminicidio”, en concordancia con el caso de la estudiante María de Jesús Jaime Zamudio, de 19 años, quien fue aventada de un balcón por un profesor que la acosaba.
A pesar del exhorto, la institucionalización del día tampoco ocurrió.
Por Jessica, Michoacán decreta día de luto a sus muertas
El 21 de septiembre de 2020, Michoacán se estremeció con la noticia de que la joven docente Jessica González Villaseñor había desaparecido después de salir a una cita con un joven de nombre Diego Urick, tras cuatro días de búsqueda, su cuerpo sin vida y con signos de violencia fue encontrado en un predio al sur de Morelia.
La búsqueda y conmoción social que generó la muerte de la joven de 21 años sentó un precedente en la violencia feminicida en Michoacán y los colectivos de activistas tomaron la bandera para exigir justicia a las víctimas.
Después de una serie de protestas y meses álgidos para la agenda feminista, el entonces gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, decretó el 3 de noviembre como el Día de Luto Estatal y Conmemoración por Todas las Mujeres Víctimas de Feminicidio.
La propuesta fue retomada por el Ejecutivo con el fin de cumplir con el apartado III numeral 6 de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género, “a efecto de que se nombre y reconozca la lamentable realidad que existe respecto a la violencia contra las mujeres en el Estado de Michoacán, recordando de manera respetuosa y honrando de esta manera la vida de todas aquellas mujeres que han sido víctimas de feminicidios”.