La fuga en el oleoducto de 30” Poza Rica–Madero en el norte de Veracruz ha dejado 345 mil litros de petróleo recuperados, aunque todavía se desconoce la cantidad total derramada, informó la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

El accidente provocó que el hidrocarburo llegara a los ríos Pantepec y Tuxpan, afectando también pequeños afluentes utilizados por las comunidades locales para el consumo de agua, riego de cultivos y abrevadero de ganado. La fuga ha generado preocupación entre ganaderos, agricultores y pobladores, quienes temen por la contaminación de los mantos freáticos y del suministro de agua potable.

Para contener y recuperar el crudo, Pemex desplegó a 750 trabajadores, apoyados con más de 80 vehículos terrestres y marítimos, cuatro equipos de respiración autónoma, dos sistemas skimmer y 13 retroexcavadoras. Se instalaron además 22 barreras marinas y 230 cordones oleofílicos siguiendo protocolos de seguridad y supervisión técnica.

A pesar de estas medidas, el hidrocarburo alcanzó comunidades como Rancho Nuevo, Kilómetro 13, Belém y Montes de Oca en Álamo, así como Ojite y El Higueral en Tuxpan. Ante la presencia de crudo en el río Tuxpan, la Comisión de Agua del Estado de Veracruz suspendió el bombeo de agua hacia la ciudad para evitar que el líquido contaminado llegara a los hogares.

Los habitantes afectados han denunciado que el derrame amenaza su medio de vida y la salud pública, y demandan acciones más efectivas para contener el petróleo y remediar los daños ambientales.