Autoridades estatales y federales lograron recuperar 42 ranchos y dos minas en una zona fronteriza de Sonora que había sido ocupada desde 2019 por el grupo criminal Los Pelones, brazo armado de Los Chapitos.
La zona, de más de 90 mil hectáreas, había sido tomada por la fuerza, desplazando a los propietarios y destruyendo las actividades productivas de minería, ganadería, agricultura y cacería cinegética.
El operativo fue encabezado por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal con el apoyo de la Secretaría de Marina.
Durante cinco años, los criminales operaron en la región extrayendo oro de las minas La Ciénega y Cerro Colorado, generando hasta 1.6 millones de dólares mensuales que enviaban a Iván Archivaldo Guzmán, líder de la facción.
El oro era comercializado en Caborca, Sinaloa y Jalisco. En total, se estima que obtuvieron más de 96 millones de dólares.
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Además, los sicarios destruyeron propiedades, saquearon ranchos y desplazaron a trabajadores y campesinos, afectando gravemente la economía local.
Gracias al operativo iniciado en septiembre de 2024, se ha restablecido el control sobre gran parte del territorio afectado. Se instaló una Base Operativa permanente y se implementó un sistema de videovigilancia con drones, aeronaves y patrullajes constantes.
Aunque algunos intentos por retomar el control por parte de los grupos criminales han sido neutralizados, aún restan ranchos por ser recuperados en su totalidad.
Uno de los ranchos rescatados fue El Bamuri, propiedad de Rogelio Lizárraga, quien junto con su familia regresó tras tres años de desplazamiento.
El lugar, dedicado a la cacería de venado y con más de 100 cabezas de ganado antes del despojo, ha vuelto a operar, generando empleo para más de 25 familias
“Esta es la única forma de vida que conozco”, declaró Lizárraga, quien representa la cuarta generación de su familia dedicada al campo.