Los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) han llegado hasta las granjas agrícolas del condado de Ventura, en California, donde se han reportado persecuciones dentro de los sembradíos.
Los agentes migratorios irrumpen en los campos, generando caos e incertidumbre entre jornaleros que huyen para evitar ser arrestados.
El Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW) confirmó los operativos y denunció que ICE y CBP están llegando sin órdenes judiciales a interrogar a personas por su aspecto físico o por hablar español.
“Lo que estamos viendo es una injusticia. Estas personas son trabajadores, no criminales”, expresó Teresa Romero, presidenta de la UFW. Las imágenes difundidas muestran también vehículos oficiales recorriendo a toda velocidad los caminos agrícolas.
Las redadas, que buscan cumplir la meta federal de tres mil arrestos diarios, han provocado condenas incluso entre autoridades locales.
El alcalde de Oxnard, Luis McArthur, calificó las acciones como “perjudiciales y sin justificación”, mientras que el congresista republicano David Valadao se sumó a las críticas, pidiendo al gobierno federal que se enfoque en personas con antecedentes penales y no en quienes han vivido y trabajado por años en el Valle Central.
California, principal productor agrícola del país, depende en gran parte de la mano de obra migrante, mayoritariamente indocumentada.
Se estima que la mitad de los 255 mil trabajadores agrícolas del estado carecen de estatus legal. Para activistas y líderes comunitarios, llevar las redadas a los campos representa una escalada preocupante que amenaza tanto los derechos laborales como la seguridad alimentaria nacional.