Las redadas migratorias realizadas por el gobierno de Donald Trump llegaron a los barrios mexicanos de Chicago, donde varias personas fueron detenidas en el marco de la “Operación Midway Blitz”, una serie de incursiones federales que han despertado preocupación entre líderes comunitarios y religiosos.
El arzobispo de Chicago, cardenal Blase Cupich, se pronunció públicamente contra los operativos y pidió que se respete la dignidad y los derechos humanos de los migrantes. En un mensaje difundido en redes sociales, el religioso aseguró que la Iglesia “está con los migrantes” y advirtió que las redadas “están destrozando familias, llenando de miedo a los niños y quebrando el alma de las comunidades”.
Las acciones de los agentes de inmigración se concentraron principalmente en el barrio La Villita, una zona con alta presencia de población mexicana, y en la ciudad vecina de Cícero. Según reportes locales, al menos seis personas fueron arrestadas, entre ellas un adolescente de 16 años con ciudadanía estadounidense.
Videos difundidos por medios locales muestran a agentes federales utilizando gas lacrimógeno cerca del Discount Mall, en la calle 26 y Albany, tras un enfrentamiento con vecinos que intentaron impedir las detenciones. Testigos afirmaron que no hubo advertencia previa antes del uso de la fuerza.
De acuerdo con Baltazar Enríquez, presidente del Consejo Comunitario de La Villita, los agentes irrumpieron en la zona sin un plan claro. “Intentaron ingresar al centro comercial sin darse cuenta de que estaba cerrado. Fue entonces cuando los residentes salieron a defender su comunidad”, relató.
Las redadas, parte de una estrategia federal para incrementar las deportaciones, han reavivado el temor entre la población latina en Chicago, ciudad que desde hace años se define como “santuario” para los inmigrantes.