El Gobierno de Reino Unido ha liberado a 26 mil 456 presos bajo un plan de descongestión carcelaria y deportación iniciado en septiembre pasado. El programa permite que condenas originalmente de 14 años puedan cumplirse en cinco años y medio, buscando también deportar a delincuentes extranjeros.
La iniciativa tiene como objetivo reducir la crisis migratoria y aliviar la saturación en las prisiones británicas. Además, ofrece un ahorro promedio de 70 mil dólares anuales por cada espacio de prisión liberado, recursos que se podrían destinar a otros sectores.
Las autoridades mantienen la facultad de decidir sobre la deportación, reteniendo a aquellos que representen una amenaza a la seguridad nacional. El plan ha generado debate por la liberación anticipada de criminales y sus posibles riesgos para la sociedad.
Este programa forma parte de las estrategias del Gobierno para optimizar el sistema penitenciario y responder a desafíos migratorios, con un enfoque en la seguridad y el manejo eficiente de recursos públicos.