La ciclovía Morelia–Pátzcuaro volvió a cobrar vida tras trabajos de rehabilitación en un tramo de 19 kilómetros, una obra que impacta de manera directa a más de 200 mil personas que viven en Morelia y en comunidades rurales del sur del municipio.

La ruta se ha convertido en una opción cada vez más utilizada no solo para actividades recreativas y deportivas, sino también como una vía segura para quienes se desplazan diariamente en bicicleta hacia escuelas y centros de trabajo. Localidades como la Tenencia Morelos, Santiago Undameo y Tiripetío, así como comunidades más pequeñas como La Campiña, Uruapilla y La Estancia, se ven directamente beneficiadas con esta mejora.

A lo largo del trayecto se concentran importantes centros educativos, entre ellos el CBTA No. 7, la Secundaria Técnica No. 13 “La Huerta”, la ENES Morelia de la UNAM y la Escuela Normal de Educación Física, lo que ha hecho de la ciclovía una alternativa clave para estudiantes y personal docente que buscan evitar el tráfico vehicular.

Autoridades estatales han insistido en que la vía debe respetarse como un espacio compartido exclusivamente para ciclistas y peatones, por lo que se pide a los automovilistas no invadirla ni utilizarla como atajo.

Para reforzar la seguridad, se contempla la instalación de cámaras de videovigilancia conectadas al sistema C5i, además de recorridos de vigilancia por parte de la Guardia Civil, que realizará patrullajes en bicicleta a lo largo del trayecto.

Con estas acciones, la ciclovía Morelia–Pátzcuaro se perfila como un corredor que no solo fomenta la movilidad sustentable, sino que también fortalece la conectividad y la seguridad en una de las zonas con mayor crecimiento del municipio.