En una conferencia de prensa, Justin Trudeau anunció su renuncia como líder del Partido Liberal y como primer ministro de Canadá, declarando que “ya no le hace bien” al país ante la parálisis en el Parlamento.

Desde su llegada al poder en 2015, Trudeau ha enfrentado problemas, especialmente en los últimos dos años, donde la ira pública por los altos precios y la falta de viviendas ha erosionado su popularidad.

 “He tomado esta decisión pensando en el bien del país, en nuestra democracia. Me parece claro que yo ya no debo ser un candidato a primer ministro para las próximas elecciones”, afirmó.

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A sus 53 años, Trudeau se despide como uno de los primeros ministros con un mandato más largo, pero los sondeos indican que los liberales podrían enfrentarse a una dura derrota frente a los conservadores en las elecciones programadas para finales de octubre, independientemente de quién asuma el liderazgo.

Su dimisión será efectiva una vez que el Partido Liberal elija a su sucesor, proceso que ha comenzado.

El primer ministro también se refirió a la incertidumbre en el Parlamento, que se reanudará el 24 de marzo, y a los planes de la oposición de intentar derrocar su gobierno, previniendo que una moción de censura podría presentarse en mayo.

La presión para que Trudeau dejara el cargo se intensificó tras la renuncia de la ministra de Economía, Chrystia Freeland, quien criticó al primer ministro por “trucos políticos” en lugar de enfocarse en las necesidades del país.