Un inusual repunte en la actividad sísmica ha sido detectado en los municipios de Tancítaro y Parangaricutiro, donde especialistas han registrado 56 microsismos desde el 17 de junio, con magnitudes que oscilan entre 2.5 y 3.5 grados.
La actividad ha llamado la atención de la comunidad científica, ya que se encuentra en una de las zonas volcánicas más activas del país.
De acuerdo con investigadores del Servicio Sismológico Nacional (SSN), los movimientos podrían estar relacionados con el desplazamiento de magma a profundidades medias, un fenómeno común en regiones volcánicas activas. Sin embargo, hasta el momento no se han observado otros indicadores volcánicos como emisiones de gas, vapor o deformaciones en el terreno que sugieran un proceso eruptivo en curso.
La región ha sido históricamente relevante por su actividad volcánica.

Cabe recordar que el Paricutín, el volcán más joven del continente americano, emergió en esta misma zona en 1943 tras una serie de eventos similares.
Desde 2020, los científicos han documentado varios enjambres sísmicos en la región, lo que ha motivado una vigilancia constante para detectar cualquier cambio que pudiera representar riesgo para las comunidades cercanas.