La inflación en Estados Unidos experimentó un aumento en octubre, alcanzando el 2.3 % anual en el índice de gasto personal (PCE), el más relevante para la política monetaria, según datos del Departamento de Comercio.

El incremento se compara con el 2.1 % registrado en septiembre y se produce en un contexto en el que los aranceles prometidos por Donald Trump generan temores sobre una posible escalada de precios.

En términos mensuales, la inflación se mantuvo estable en 0.2 %, alineándose con las expectativas del mercado.

Los ingresos de las familias estadounidenses subieron 0.6 %, superando el 0.3 % del mes anterior, aunque los gastos crecieron a un ritmo más moderado del 0.4 %, en comparación con el 0.6 % de septiembre.

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El crecimiento de la inflación se atribuye principalmente al sector servicios, donde los precios aumentaron un 3.9 % interanual, mientras que los precios de los bienes cayeron 1 % en el mismo periodo.

A pesar de este repunte, los niveles de inflación aún se mantienen cerca del objetivo del 2 % anual establecido por la Reserva Federal (Fed).

La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de energía y alimentos, se situó en un 2.8 % en el año hasta octubre, ligeramente por encima del 2.7 % de septiembre.

Las expectativas sobre la política monetaria de la Fed son inciertas: dos tercios de los agentes del mercado anticipan un recorte de tasas en su próxima reunión, programada para el 17 y 18 de diciembre, mientras que un tercio prevé que se mantendrán en sus niveles actuales.