Un mural que buscaba rendir homenaje al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y al líder limonero Bernardo Bravo, ambos asesinados recientemente, fue eliminado antes de ser concluido, luego de que el propietario de la barda donde se pintaba decidiera borrarlo.
El proyecto, impulsado por el colectivo Residencia Tathoo Garito Barber junto con artistas locales, se encontraba en su etapa final en la intersección de la avenida José María Morelos y Pavón y la calle Cornelio Ortiz de Zárate, frente a la escuela Morelos, en la colonia Centro.
De acuerdo con versiones de los propios artistas, el dueño del muro ordenó retirar la obra argumentando que no había autorizado su realización y que prefería evitar posibles conflictos o represalias derivadas del tema.
El mural pretendía mantener viva la memoria de ambos personajes, reconocidos por su trabajo comunitario y su lucha social. Tras la eliminación del arte urbano, los integrantes del colectivo informaron que ya buscan nuevos espacios en la ciudad para volver a plasmar su homenaje.
“Queremos hacerlo en un lugar seguro y con el consentimiento de quienes nos apoyen, porque el objetivo es recordar a quienes dedicaron su vida a servir al pueblo”, señalaron los artistas.
La comunidad cultural de Apatzingán expresó su respaldo al grupo, destacando la importancia de preservar el arte como una forma de memoria colectiva y de rendir tributo a quienes lucharon por un mejor Michoacán.