En un hallazgo que desafía la creencia de que hacer ejercicio aumenta el hambre, un estudio del Health Futures Institute de la Universidad de Murdoch demuestra que la actividad física de intensidad moderada no solo quema calorías, sino que también regula las hormonas del apetito, facilitando el control del hambre, particularmente en hombres con obesidad.

El estudio, titulado “Efecto agudo del ejercicio sobre los factores relacionados con el apetito en hombres con obesidad”, examina la interacción entre hormonas como la grelina y el péptido YY, que son fundamentales en la regulación del hambre y la saciedad.

Los investigadores encontraron que, contrario a la creencia popular, el ejercicio moderado puede reducir la sensación de hambre al influir positivamente en la producción de dichas hormonas.

Te puede interesar: La OMS destaca la práctica de ejercicio como vital para la salud

El profesor asociado Timothy Fairchild, uno de los autores del estudio, destaca que “mucha gente asume que el ejercicio aumenta el hambre y el consumo de energía después de la actividad física. Sin embargo, nuestra investigación indica que estos efectos beneficiosos sobre el control del apetito son inmediatos y significativos”.

El estudio midió la ingesta de alimentos, la percepción del apetito y los cambios hormonales relacionados, proporcionando una comprensión más profunda de cómo el ejercicio impacta el equilibrio hormonal.

Fairchild explica que, aunque los fármacos para la pérdida de peso están en auge, el ejercicio sigue siendo una herramienta vital en la gestión del peso y la salud en general.

Al final, el estudio subraya la importancia de la actividad física como un método eficaz y natural para mejorar la salud y controlar el peso, especialmente para quienes luchan contra la obesidad.

El ejercicio no solo regula el apetito, sino que también ofrece beneficios físicos y mentales que los medicamentos no pueden igualar.