El proyecto de salvamento arqueológico realizado durante el trazo del Segundo Anillo Periférico permitió identificar un horno de cal colonial considerado único por su antigüedad y características constructivas en Michoacán. El hallazgo se produjo después de que trabajadores detectaran un alineamiento de piedras que no correspondía a la obra en curso, lo que motivó una inspección a cargo de especialistas.
El horno consiste en una cámara circular excavada en arenisca de aproximadamente 2.7 metros de diámetro con evidencias claras de combustión en sus paredes. Este tipo de estructuras era fundamental para la producción de cal en época virreinal, material indispensable en la construcción de templos, viviendas y edificios civiles debido a su uso como aglutinante en la cantera. La última cocción del horno será fechada mediante estudios de arqueomagnetismo que realizará la Universidad Nacional Autónoma de México, lo que permitirá ubicarlo dentro de un periodo específico de la historia urbana de la antigua Valladolid.
El salvamento arqueológico también registró cuatro sitios prehispánicos asociados al periodo Clásico y al mundo tarasco. Entre los materiales recuperados hay figurillas antropomorfas, navajas de obsidiana, fragmentos de cerámica y elementos que podrían pertenecer a antiguas áreas domésticas. Estos hallazgos permiten entender cómo se conformó el poblamiento en el valle antes de la instalación de la ciudad colonial.
Parte del material recuperado se exhibe actualmente en la sala 4 del Centro Cultural Clavijero, donde se explica la importancia del hallazgo para la comprensión de técnicas de producción de cal y para la reconstrucción de procesos constructivos de la ciudad. Para investigadores y autoridades culturales, este tipo de descubrimientos confirma la relevancia de los rescates arqueológicos en obras públicas que atraviesan zonas históricamente densas.