El ave prehistórica endémica de Nueva Zelanda, Takahē (Porphyrio hochstetteri), fue declarada extinta en 1898; sin embargo, regresó a la vida silvestre en la isla de Oceanía, lo que marca una victoria en la conservación natural.
El Takahē es un ave conocida por su plumaje azul intenso y su característica frente roja, que fue víctima de la persecución y la invasión de su hábitat natural, debido a la llegada de colonos europeos que introdujeron animales como zarigüeya, gastos, hurones y ratas.
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En 1948 fueron redescubiertas, 50 años después de que se pensara que habían desaparecido, y actualmente se calcula que existen alrededor de 500 y crecen en número aproximadamente 8 % al año.
El ave Takahē puede alcanzar unja altura de 50 centímetros y habita en las montañas, y se ha trabajado en su conservación, liberando parejas en regiones aptas para su sobrevivencia, luego de un proceso de incubación artificial de los huevos de esta especie.
Los conservacionistas son optimistas porque el regreso de estas aves prehistóricas es un triunfo que llena de esperanza a la comunidad científica en la lucha por la conservación de la biodiversidad.