El hábito de lectura en México continúa enfrentando un marcado rezago: en promedio, los hombres leen 4.2 libros al año y las mujeres 3.7, cifras que mantienen al país por debajo de naciones como Japón o Estados Unidos, según un estudio del Instituto Kumon.
De acuerdo con especialistas, esta baja frecuencia se relaciona directamente con las deficiencias de comprensión lectora entre jóvenes y adolescentes, donde entre seis y siete de cada 10 presentan dificultades para entender textos acordes a su edad, lo que limita capacidades de análisis y aprendizaje.
Luis Chiba Ramayoni, presidente ejecutivo del Instituto Kumon, subrayó la importancia de reforzar desde la infancia la formación lectora, pues constituye una herramienta esencial para el desarrollo académico y profesional.
Pese al rezago, el INEGI reportó un incremento en la población lectora debido a la actualización del Módulo sobre Lectura (MOLEC), que ahora incorpora lecturas digitales y considera a adolescentes desde los 12 años. Sin embargo, especialistas advierten que los contenidos breves de redes sociales no sustituyen la lectura profunda ni generan las habilidades cognitivas necesarias.
El reto, coinciden instituciones y promotores culturales, es convertir la lectura en una práctica accesible, constante y atractiva para la niñez y juventud mexicana.