La gestión de talento enfrenta un momento decisivo en México. De acuerdo con el informe CHRO 2030 de EY, apenas el 32 % de los empleadores en el país cuenta con una oferta de valor alineada con las nuevas expectativas de la fuerza laboral, lo que representa un desfase crítico en un entorno donde la atracción y retención del talento son clave para la competitividad.
Las prioridades han cambiado drásticamente: mientras los jóvenes buscan más tiempo libre remunerado, la generación X valora el reconocimiento mediante bonos e incentivos.
Sin importar la edad, los trabajadores exigen flexibilidad, bienestar y reconocimiento. EY advierte que las empresas que logren alinear estas demandas tienen hasta 7.8 veces más probabilidades de superar crisis externas y ser más productivas.
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Este panorama exige una transformación urgente del rol de Recursos Humanos. Según la última encuesta Trabajo Reimaginado de EY, el 85 % de los empleadores ve necesario convertir la gestión de talento en una función estratégica.
Además, el 73 % de los directivos de RH reconoce que su perfil y responsabilidades deben evolucionar sustancialmente en los próximos cinco años.
Los desafíos que se avecinan incluyen liderar una revolución tecnológica, dejar atrás el enfoque administrativo para operar como socios estratégicos del negocio y fortalecer vínculos con el CEO, CTO y CFO.
La agilidad, la visión orientada al cliente y la creación de valor serán ejes clave para garantizar el éxito organizacional frente a una fuerza laboral cada vez más exigente y global.