Un robot quirúrgico con inteligencia artificial realizó por primera vez una operación en un paciente real sin asistencia física humana, marcando un hito en la historia de la medicina.
Aunque supervisado por un equipo médico que lo guio como a un cirujano en formación, el procedimiento fue ejecutado de forma autónoma por el sistema.
La intervención, una extirpación de vesícula biliar, fue reportada en la revista Science Robotics y llevada a cabo por el robot SRT-H (Robot Quirúrgico Transformador Jerárquico), desarrollado por un equipo liderado por Axel Krieger en la Universidad Johns Hopkins.
El sistema utiliza la misma arquitectura de aprendizaje automático que modelos de lenguaje como ChatGPT, entrenado con videos quirúrgicos.
Según Krieger, el SRT-H es capaz de adaptarse a la anatomía de cada paciente, tomar decisiones en tiempo real y corregir errores durante el procedimiento.
Esta capacidad representa un avance hacia la creación de sistemas quirúrgicos autónomos que puedan funcionar en las complejas condiciones de la atención clínica real.
Aunque su implementación global aún es limitada por el alto costo y entrenamiento requerido, expertos como Michael Yip de la Universidad de California en San Diego destacan que robots humanoides menos sofisticados podrían asistir en quirófanos como auxiliares de enfermería o técnicos, realizando tareas básicas pero esenciales con gran eficiencia.