El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, pidió a China intervenir para disuadir a Irán de cerrar el estrecho de Ormuz, vital para el comercio global de hidrocarburos.

El llamado llega tras ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes y la aprobación en el Parlamento iraní de una iniciativa para cerrar esta ruta, por donde transita alrededor del 20 % del crudo y gas mundial.

Rubio alertó que esta acción sería un “suicidio económico” para Teherán y un desastre para otras economías, incluida la china, que depende en gran medida de Ormuz para garantizar su abasto energético.

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El secretario de Estado advirtió que, aunque Estados Unidos prefiere mantener abierto el canal comercial, no descarta el uso de la fuerza para garantizar la libre navegación si Irán lo cierra.

El embajador chino en Washington no emitió comentarios, mientras analistas internacionales advierten que un posible bloqueo tendría un fuerte impacto en los precios internacionales de la energía y elevaría la tensión en Oriente Medio, donde la inseguridad marítima sigue siendo una de las principales amenazas para la estabilidad internacional.