Durante una conferencia de prensa, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que no hay motivos de preocupación por parte de Occidente respecto a la posible instalación de una base militar rusa en Cuba.

Peskov respondió a las preguntas de un periodista sobre el tema, explicando que los ejercicios militares son prácticas normales en diferentes partes del mundo y que no debería haber preocupación al respecto.

Las declaraciones se producen después de que una flota de la Armada rusa, que incluye un submarino de propulsión nuclear y una fragata, llegara a Cuba como muestra de la profundización de los lazos entre ambos países aliados de la Guerra Fría.

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El primer barco en llegar al puerto de La Habana fue la fragata rusa Almirante Gorshkov, seguida por el submarino de propulsión nuclear Kazan, ambos formando parte de una flota de cuatro navíos.

El Gorshkov es uno de los navíos más modernos de la Armada rusa, acompañado por el mencionado submarino Kazan, el remolcador de rescate Nikolai Chiker y el petrolero Pashin.

Estados Unidos ha indicado que el Kazan no transporta armas nucleares, según un alto funcionario estadounidense.

Los buques realizarán una visita oficial de cinco días a la isla caribeña, en un gesto de demostración de poder de Rusia, a tan solo 144 kilómetros de Florida, en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos y Rusia debido al conflicto en Ucrania.