Dos organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos, que monitorean y documentan violaciones de derechos humanos en la frontera con México, resumieron sus experiencias en un informe.

La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos y la Iniciativa Kino para la Frontera (KBI) acumularon cientos de ejemplos del uso indebido de la fuerza, intimidación, acoso sexual y falsificación de documentos, especialmente por parte de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

“La falta de rendición de cuentas es tan frecuente que contribuye a consolidar una cultura que permite violaciones a los derechos humanos”, valoran los autores del informe.

Opinan que la alta probabilidad de salir impunes es la clave para entender porque los abusos siguen sucediendo.

La KBI rastreó 78 denuncias presentadas en nombre de migrantes entre 2010 y 2022, y el 95 % de ellas no hubo una investigación adecuada ni medidas disciplinarias.

Los incidentes se registraron en una base de datos; el 35 % de los casos no procedieron, y un 25 % adicional fue abandonado luego del reconocimiento preliminar.

Solo el 1 % de las quejas dieron lugar a alguna responsabilidad disciplinaria.

En el 2020, el KBI registró 442 infracciones de esta clase por parte de los representantes del Estado en la frontera. A su vez, en la lista de quejas de WOLA figuran 409 casos de comportamiento abusivo o inapropiado de los agentes estadounidenses.