El expresidente francés Nicolas Sarkozy comparecerá ante los tribunales este lunes por acusaciones de haber recibido dinero del difunto dictador libio Muamar Gadafi para financiar su campaña electoral de 2007.

El nuevo juicio se suma a la larga lista de controversias legales que han marcado la trayectoria del exmandatario, de 69 años, conocido por su ambición y energía, apodado “hiperpresidente” durante su mandato.

Sarkozy, que ha sido condenado en dos ocasiones y se encuentra bajo investigación en otros casos, se enfrenta ahora a la posibilidad de cumplir hasta 10 años de prisión si es hallado culpable.

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Su situación legal se suma al reciente rechazo de su recurso ante el máximo tribunal de apelación, que lo condenó a un año de prisión por tráfico de influencias, pena que deberá cumplir bajo un brazalete electrónico.

El juicio, que está previsto que se extienda hasta el 10 de abril, contará con la presentación de pruebas que implican a Sarkozy y a 12 coacusados en un supuesto pacto con Gadafi, donde prometieron ayudar al régimen libio a rehabilitar su imagen internacional a cambio de financiación.

Entre los acusados se encuentran figuras clave de su administración, como su exmano derecha Claude Guéant y el exministro Brice Hortefeux.

La investigación, que se inició en 2013 tras una revelación del medio online Mediapart, sostiene que existen evidencias de transferencias de dinero y testimonios de exdignatarios libios que implicarían a Sarkozy en el escándalo de financiación ilegal.

A pesar de su estado judicial, Sarkozy sigue siendo una figura influyente en la política francesa, manteniendo reuniones regulares con el presidente Emmanuel Macron.