La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió comenzar el análisis de la reforma judicial, luego de una votación en la que se registraron ocho votos a favor y tres en contra.

El proceso se activa tras las consultas presentadas por jueces y magistrados federales, quienes buscan frenar la implementación de dicha reforma.

En la sesión del pleno, el ministro ponente, Juan Luis González Alcántara Carrancá, expuso el primer proyecto, que sugiere la admisión de la consulta de los juzgadores, y argumentó que es función del máximo Tribunal proteger la independencia del Poder Judicial.

Sin embargo, la ministra Yasmín Esquivel Mossa se opuso enfáticamente al proyecto, señalando que la solicitud de revisión de los jueces y magistrados debería ser desechada por improcedente.

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Esquivel Mossa argumentó que los efectos de los cambios constitucionales ya se han llevado a cabo de manera irreparable, lo que debería impedir su revisión.

Por su parte, la ministra Lenia Batres Guadarrama también manifestó su desacuerdo con el proyecto y advirtió que dar trámite a la queja de los magistrados podría constituir una afrenta política hacia los órganos responsables de reformar la Constitución.

Batres resaltó que, si la SCJN asumiera atribuciones que no le corresponden, se pondría en riesgo el principio de supremacía constitucional, así como la división de poderes y el Estado de derecho.

Batres concluyó su intervención enfatizando que ningún poder constituido puede exceder los límites que la Constitución establece, y consideró inaceptable la idea de otorgar a la SCJN facultades que no le corresponden para subordinación de otros poderes de la unión.