El fin de semana, los ataques aéreos israelíes golpearon la Ciudad de Gaza mientras las fuerzas terrestres luchaban con milicianos de Hamás cerca del hospital más grande del territorio, en donde miles de médicos, pacientes y desplazados quedaron atrapados sin electricidad y con pocos suministros.

Israel busca poner fin al gobierno de Hamás en Gaza y aplastar su brazo armado, lo que ha provocado presión internacional debido al sufrimiento de los civiles; pese a eso, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó las peticiones internacionales de cese el fuego.

En la Ciudad de Gaza, los residentes reportaron intensos ataques aéreos y de artillería, y el último generador del hospital se quedó sin combustible, causando la muerte de varios pacientes, incluidos bebés prematuros.

La situación en las calles es desesperante, con francotiradores israelíes que rodean el hospital de Shifa y disparan contra cualquier movimiento en el área, mientras que los ataques aéreos han destruido viviendas cercanas, cobrando cientos de víctimas civiles.

El Ministerio de Salud informa que mil 500 pacientes, mil 500 trabajadores de salud y entre 15 mil y 20 mil personas que buscan refugio permanecen en Shifa. Otro hospital, Al Quds, ya no está operativo por falta de combustible, dejando atrapadas a seis mil personas.

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Israel planea desmilitarizar Gaza y mantener la capacidad de ingresar libremente para perseguir a los milicianos, rechazando la idea de que la Autoridad Palestina pueda controlar Gaza en el futuro.

Estados Unidos se opone a la reocupación de Israel en Gaza y aboga por un gobierno palestino unificado en Gaza y Cisjordania como un paso hacia la formación de un Estado palestino, algo que el gobierno de Netanyahu se opone firmemente.

En medio del conflicto, la guerra entre Israel y milicianos de Hezbollah en el Líbano amenaza con desencadenar un conflicto más amplio, con intercambios de fuego a lo largo de la frontera.

La guerra ha desplazado a más de dos tercios de la población de Gaza, y la mayoría ha huido hacia el sur, Egipto ha permitido la salida de cientos de personas con pasaportes extranjeros y pacientes médicos, así como la entrada de ayuda humanitaria.

Según el Ministerio de Salud en Gaza, más de 11 mil palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, han muerto desde que comenzó la guerra, y se han reportado unos dos mil 700 desaparecidos, que se cree que podrían estar muertos, enterrados bajo los escombros.