Un día como hoy, pero de hace 24 años, el extinto Monarcas Morelia consiguió su único campeonato en el futbol mexicano, al vencer en el Invierno del 2000 a los Diablos Rojos del Toluca.

Aquel 16 de diciembre, Heriberto Ramón Morales se convirtió en el héroe de la ciudad, pues fue el encargado de ejecutar el último penal con el que el conjunto michoacano se alzó como rey de la liga mexicana.

El juego de ida había terminado con un resultado a favor de los rojiamarillos por marcador de 2-0; sin embargo, en la vuelta la situación se complicó y rápidamente el Toluca emparejó el marcador global.

Aquel cuadro que dirigía Luis Fernando Tena supo remar contracorriente y soportó el trámite del encuentro, hasta llevar la serie a los tiempos extras y posteriormente a penales.

Tras una serie dramática, donde el arquero Ángel David Comizzo jugó un papel clave al atajar varios disparos, fue Heriberto Ramón Morales quien le puso fin a una sequía histórica de títulos.

Mientras Darío Franco, Jorge Almirón, Ángel David Comizzo, Alex Fernández, Javier Lozano y otros jugadores corrían llenos de júbilo por la cancha del Nemesio Diez, en las calles de Michoacán niños y adultos hacian lo propio con banderas en las manos.

Nadie lo dimensionaba en ese momento, pero ese suceso se registraba como el momento deportivo más glorioso que ha vivido el estado de Michoacán y que, hasta el día de hoy, nadie ha podido superar.

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El camino que llevaba al centro de la ciudad era una especie de celebración itinerante. No importaba la avenida ni la zona, en todas partes había personas festejando con playeras, banderas, espuma o a través de los claxons de los carros.

Sin embargo, la fuente de las Tarascas era el epicentro de aquella tarde de sábado. El equipo apenas recién levantaba el trofeo de campeón luego de vencer al Toluca en penales, pero en Morelia ya había miles que los esperaban sin ningún tipo de prisa.

Al día siguiente, los decibeles de la celebración no bajaban y daba la impresión de que en Morelia el tiempo se había detenido, pues los seguidores rojiamarillos se mantenían en las calles, sin que la falta de sueño mermara la alegría de saberse campeones.

Los jugadores se encontraban en una dinámica similar. Antes del mediodía, aparecieron en un camión sin techo, con sus medallas sobre el pecho y con la copa en todo lo alto.

Sin importar la intensidad del calor, en la fuente de las Tarascas inició un desfile que culminaría en el estadio Morelos. Ahí, Ángel David Comizzo y Darío Franco se mostraron como los más entusiastas al momento de recorrer la principal avenida del Centro Histórico.

Hoy, la realidad es distinta. Aunque revivió la franquicia del Atlético Morelia, el club no tiene posibilidad de regresar a primera división, ya que los dirigentes del futbol mexicano mantienen cerrado el ascenso y el descenso.

Asimismo, en específico en este año, el equipo ha fracasado en el ámbito deportivo, ya que en los dos torneos no logró clasificarse a la liguilla y quedó ubicado en los últimos lugares de la tabla general.