Se fijaron más en el teléfono de la reportera que en la dignidad del presidente: AMLO
evangelio | 23 febrero, 2024

El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó de calumniadores a la prensa que le parece cercana a grupos de intereses y a opositores a su gobierno, en relación al reportaje de diario estadounidense The New York Times en el que se le vincula no sólo a él, sino a familiares y colaboradores suyos, con el crimen organizado.

En conferencia de prensa matutina, el mandatario fue cuestionado por no haber ocultado el número telefónico personal de la periodista del diario estadounidense Natalie Kitroeff, cuando exhibió la carta que le envió solicitándole sus comentarios por el reportaje.

“Ustedes, con todo respeto, quienes hacen un periodismo faccioso –porque nada más se inclinan en favor de grupos de intereses creados–, no hacen un periodismo para todos, están demasiado cercanos al poder económico y al poder político”, dijo López Obrador.

Se trata de una acusación frecuente de parte del mandatario en sus conferencias de prensa, que ahora escaló de nivel al tratarse de la segunda investigación por presuntos nexos criminales que recibe cobertura por parte de la prensa estadounidense.

Te puede interesar: Inai investiga a AMLO por no ocultar teléfono de periodista de The New York Times

“Ustedes se sienten bordados a mano, como una casta divina, privilegiada… Ustedes pueden calumniar impunemente (…) no los puede uno tocar ni con el pétalo de una rosa”, agregó el presidente.

—¿Y el teléfono? Dio a conocer el teléfono personal —le cuestionó la reportera.

—¿Y qué pasa cuando esta periodista me está calumniando y me está acusando? —respondió López Obrador.

—Pero hay una ley que impide eso en este país —reviró de inmediato la reportera.

—Pero también la calumnia… Me está vinculando a mí y a mi familia con el narcotráfico ¡sin pruebas!

Para el presidente, la prensa cercana a la oposición enfocó sus coberturas en la publicación del número telefónico que la periodista Kitroeff agregó en su carta, dejando de lado la investigación por presuntos nexos criminales que luego el mismo Gobierno de Estados Unidos negó.

—Más allá de la investigación, ¿usted no cree que fue un error?

—No, porque este es un espacio público y nosotros estamos aplicando un principio de la transparencia —dijo el mandatario.

—Pero eso la pone en riesgo a ella, cualquiera podría… más allá de usted, cualquiera le puede llamar y cualquiera la puede amenazar.

—No, no, ¡no pasa nada!, ¡no pasa absolutamente nada! —dijo con firmeza.

—Sí pasa en este país —atajó la periodista.

Los esfuerzos del presidente se fueron luego hacia las formas con que la prensa magnifica la información o minimiza otra: “Lamentablemente hay compañeras y compañeros que han perdido la vida, pero no hay impunidad”.

—¿Volvería a presentar un teléfono privado de uno de nosotros?

—Claro, cuando se trate de un asunto en donde está de por medio la dignidad del presidente de México —dijo.

Del caso, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales inició una investigación por el caso.

—Si le pasa algo, ¿a quién hacemos responsable? —insistió la reportera.

—No exagere… Si la compañera está preocupada, que cambie su teléfono… otro número y ya —respondió el mandatario.

Comparte