A pesar de que en la comunidad indígena de Xitzo, Hidalgo, hay una clínica de la Secretaría de Salud cerca de la escuela primaria Benito Juárez, el 7 de marzo Rufino Jiménez Reyes, director de la escuela, decidió no llevar al niño Adriel Moreno Mejía de once años a recibir atención médica después de ser agredido por dos de sus compañeros, sino que prefirió llevarlo a su casa en su automóvil.

El niño falleció cuatro días después, tras una larga agonía en el Hospital General de Actopan, al que lo llevaron sus padres sin la ayuda de los directivos de la escuela, debido a un traumatismo craneoencefálico y una fractura de clavícula.

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A pie, el camino de la escuela a la Casa de Salud es de 5 o 6 minutos, mientras que en automóvil, el trayecto de la escuela a la casa del niño es de diez o doce minutos.

Según Abdel Moreno, padre del niño, el director de la escuela encontró al niño tirado y quejándose en el salón del sexto grado de primaria, donde la maestra a cargo, Flor Isela Percastegui, estaba ausente.

Testimonios de otros alumnos indicaron que el niño fue golpeado y pateado por dos de sus compañeros después de ser aventado al suelo.

El director, al ver al niño quejándose y sin poder levantarse, lo tomó bruscamente y lo metió en su auto. Al llegar a la casa del niño, les dijo a sus padres que solo tenía una lesión en el brazo y luego desapareció.