El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se atiende la situación de seguridad en Michoacán en relación con las extorsiones y ataques con drones explosivos, rechazó la creación de grupos de autodefensas y reconoció que las cifras de homicidios en la entidad bajaron desde que Alfredo Ramírez Bedolla asumió la gubernatura.
En su regreso a las conferencias de prensa matutinas luego de un gira de trabajo por Colombia y Chile, el mandatario dijo que en Michoacán hay elementos de la Guardia Nacional y del Ejército procurando la seguridad.
“Se está trabajando en eso, estamos allá en Michoacán (…) se protege a la gente y se detiene a delincuentes”, sostuvo.
Ante el señalamiento del surgimiento de grupos de autodefensas en la zona conocida como “La Ruana” ante ataques con drones explosivos, López Obrador dijo que está en desacuerdo.
“Yo no estoy de acuerdo, y lo he sostenido, en la creación de estas guardias civiles, autodefensas. Creo que fue un error que se cometió en su momento, que agravó más la situación”, aseveró.
Explicó que su desacuerdo se basa en que es una obligación del Estado mexicano garantizar la paz y la tranquilidad”.
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“No se pueden autorizar estos grupos, no es correcto”, señaló.
Luego, se refirió a los casos de homicidios en Michoacán, que disminuyeron desde la llegada del gobernador Ramírez Bedolla.
En Michoacán, reiteró, “sí ha habido una disminución”, y aunque hubo una subida en julio, para agosto volvió a bajar a niveles de junio.
“Ha habido casos [de homicidios] en Michoacán, pero al mismo tiempo tenemos información de que de seis meses a la fecha, aproximadamente, está bajando”, aclaró.
“Hay todavía violencia, porque –aunque no le gusta a los fachos, a los fifís– ahí en Michoacán, ahí en Tierra Caliente, fue donde declaró la guerra [Felipe] Calderón; se puso un traje militar y le pegó un garrotazo a lo tonto al avispero”, rememoró.
En diciembre de 2006, el expresidente Calderón llegó a Michoacán con la intención de declararle la “guerra” al crimen organizado, situación que provocó el surgimiento de nuevos cárteles, células delictivas con alto poder de combate y cientos de miles de muertos, que a la fecha mantiene cifras altas, aunque contenida y con tendencia a la baja desde 2018.
“No les gusta que yo recuerde esas cosas, pero ni modo que lo que estamos padeciendo ahora en materia de seguridad surgió de la nada”, criticó el mandatario.