La violencia contra autoridades municipales sigue en auge en Michoacán. Desde el año 2021, al menos cinco alcaldes y exalcaldes han sido asesinados en diferentes puntos del estado, en hechos que, en la mayoría de los casos, estarían relacionados con la presencia del crimen organizado y las disputas territoriales entre grupos delictivos.

En 2021, César Arturo Valencia Caballero, alcalde de Aguililla por el Partido Verde fue ejecutado a balazos tras salir de la presidencia municipal.

Apenas llevaba seis meses en el cargo. Su asesinato ocurrió en un contexto de intensos enfrentamientos y grupos criminales.

En 2022, Enrique Velázquez Orozco, edil de Contepec, desapareció y fue hallado sin vida con heridas de bala. El crimen provocó movilizaciones de autoridades estatales y federales, aunque a la fecha no hay responsables detenidos.

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Para el 2024, Guillermo Torres Rojas, edil de Churumuco, fue ultimado en marzo en una taquería de Morelia mientras cenaba con su hijo, quien también resultó herido.

Yolanda Sánchez Figueroa, presidenta municipal de Cotija, fue asesinada el 3 de junio de 2024 por un grupo armado mientras salía de un gimnasio. En septiembre de 2023, ya había sido víctima de un secuestro atribuido a grupos criminales.

En ese mismo año, Aurelio Santos Contreras exalcalde de Cotija fue ejecutado a balazos frente a su domicilio. Aunque ya no ocupaba un cargo público, seguía participando activamente en la vida política del municipio. Su muerte se suma a una serie de ataques registrados en la región de Tierra Caliente.

A la lista se suma el nombre de Salvador Bastida, ultimado este viernes 6 de junio en el municipio de Tacámbaro.