El bienestar de los empleados aumenta cuando se reducen las horas de trabajo, mientras que la productividad se mantiene o incluso aumenta moderadamente, reveló un estudio publicado por la Universidad de Münster.

La investigación analizó el impacto de la implementación de la semana laboral de cuatro días en Alemania, ya que, desde principios de 2024, 45 organizaciones de diversos sectores productivos participan en un proyecto piloto para probar la semana laboral reducida y estudiar sus efectos.

De las 45 empresas originales, dos interrumpieron su participación debido a dificultades económicas o por la falta de apoyo interno al proyecto.

Los especialistas recibieron percepciones subjetivas de empleados y gerentes mediante encuestas y entrevistas. Además, el equipo de investigación utilizó relojes inteligentes y muestras de cabello para recoger datos fisiológicos a nivel individual, con información detallada sobre la frecuencia cardíaca, el estrés, las actividades físicas y la calidad del sueño del personal.

La profesora Julia Backmann y su equipo de la Universidad de Münster comentaron que “la semana de cuatro días produjo un cambio positivo significativo en la satisfacción vital, que se debió principalmente al tiempo libre adicional”, según IDW.

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Antes del proyecto piloto, el 64 % de los trabajadores había expresado su deseo de pasar más tiempo con su familia. Tras la introducción de la semana laboral de cuatro días, esta cifra se redujo al 50 %.

Asimismo, los empleados informaron sobre mejoras significativas en su salud mental y física, menos estrés y síntomas de agotamiento, dijo Julia Backmann.

La introducción de la semana de cuatro días también condujo a un aumento de los niveles de actividad diaria y los trabajadores durmieron una media de 38 minutos más a la semana en comparación con el grupo de control.

Bloomberg señaló que los empresarios también se beneficiaron, ya que el 70 % afirmó que la contratación de trabajadores fue más fácil una vez adoptado el horario de cuatro días.

De acuerdo con los especialistas, los datos de las primeras fases del estudio indican, hasta ahora, que la semana laboral reducida no solo mejora el bienestar de los empleados, sino que también tiene un impacto positivo en la productividad.