Las vacaciones de Semana Santa, oficialmente programadas en el calendario escolar de la Secretaría de Educación Pública del 25 de marzo al 5 de abril, presentan discrepancias con los días festivos reconocidos para los trabajadores en México.

Mientras el jueves y viernes santo (28 y 29 de marzo este año) son días que algunas empresas otorgan de forma voluntaria a sus empleados, no existe una obligación legal para hacerlo, lo que implica que no se contempla un pago adicional en caso de laborar.

La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece nueve días de descanso obligatorio para los trabajadores, incluyendo fechas como el 1 de enero, 1 de mayo, 16 de septiembre, entre otros.

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Sin embargo, días como el 2 de noviembre, comúnmente reconocido en el calendario escolar, no está oficialmente contemplado como día de descanso para los trabajadores.

En el ámbito legislativo, se han propuesto reformas para ampliar los días de descanso obligatorio en la LFT, como el 27 de septiembre por la consumación de la Independencia de México, con el objetivo de fortalecer el turismo y posiblemente mejorar la productividad laboral.

El Instituto Mexicano para la Competitividad ha señalado que existe una relación positiva entre el descanso y la productividad laboral, indicando que los sectores con menores horas de trabajo tienden a ser más productivos en términos de PIB por hora.