El último domingo de septiembre se celebra el Día Internacional de las Personas Sordas, una fecha elegida por la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) para promover la sensibilización y concienciación sobre las necesidades de ese grupo.
En México, datos de la Secretaría de Salud revelan que aproximadamente 2.3 millones de personas padecen alguna forma de discapacidad auditiva.
De esas, más del 50 % son mayores de 60 años, mientras que poco más del 30 % está en el rango de 30 a 59 años; cerca de un 2 % son niños, lo que subraya la necesidad de abordar este problema desde una edad temprana.
La pérdida de audición puede ser causada por diversos factores, tales como el envejecimiento, el uso de medicamentos ototóxicos, complicaciones en el parto, causas genéticas, otitis crónicas, ciertas enfermedades infecciosas y la exposición a ruidos fuertes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas que padecen pérdida auditiva enfrentan dificultades para oír tan bien como aquellos con un sentido del oído normal, quienes tienen un umbral de audición de 20 decibeles (dB) o menos.
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La pérdida de sonido puede clasificarse como leve, moderada, grave o profunda, afectando a uno o ambos oídos.
Aquellos con una pérdida de audición profunda se consideran “sordos” y tienen una capacidad de escucha muy limitada, comunicándose principalmente a través de la lengua de signos.
Por otro lado, las personas “duras de oído” pueden tener una pérdida auditiva que varía entre leve y grave, pudiendo comunicarse mediante el habla y utilizando audífonos o implantes cocleares.
Para contribuir a la prevención de la pérdida auditiva, se recomiendan las siguientes acciones:
- Usar tapones para los oídos en ambientes con volumen alto.
- Si usas audífonos, mantén el volumen moderado y limita su uso a no más de una hora al día.
- Al estar expuesto a ruidos fuertes, aísla tus oídos de la fuente de sonido durante al menos 5 minutos para permitir que descansen.
- Evita el uso de cotonetes para limpiar los oídos, ya que pueden dañar órganos sensibles como el tímpano.
- Seca tus oídos con una toalla después de bañarte para prevenir la humedad que puede favorecer la aparición de bacterias en el canal auditivo.