La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, criticó enérgicamente al Poder Judicial por frenar la ejecución de la orden de aprehensión contra el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, acusado de corrupción.

Durante su intervención en Palacio Nacional, la mandataria afirmó que el caso fue definido por la Fiscalía General de la República (FGR) antes del inicio de su administración y que no había motivo legal para suspender dicha acción judicial.

Sheinbaum declaró que la suspensión concedida por un juez resulta incomprensible, dado que la evidencia presentada por la Fiscalía es contundente.

“No tendría un juez por qué haber dado esta suspensión”, subrayó, al tiempo que reiteró su preocupación por la falta de colaboración del Poder Judicial en el combate a la impunidad y la corrupción.

La mandataria federal también expuso un segundo caso como ejemplo del papel negativo que, a su juicio, desempeñan algunos jueces.

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Detalló que uno de los presuntos responsables de los hechos violentos ocurridos recientemente en Michoacán había sido detenido en marzo y liberado apenas tres días después por orden judicial, a pesar de sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.

Claudia Sheinbaum concluyó que existe una tendencia preocupante dentro del sistema judicial que obstaculiza la seguridad pública y la aplicación honesta de los recursos.

“El Poder Judicial se ha convertido en un obstáculo para la seguridad del país”, afirmó, haciendo un llamado implícito a una revisión de sus procedimientos y decisiones.