La candidata presidencial Claudia Sheinbaum enfatizo su intención de gobernar sin influencias externas, y reiteró que en su gobierno la última palabra será la suya.
En una entrevista para El Universal, la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia señaló que “cuando yo llegue al gobierno, la que va a gobernar soy yo, no habrá teléfono rojo desde Palenque”.
Del mismo modo, Sheinbaum opinó que el crimen organizado no será un factor que incida en el resultado de las elecciones presidenciales o del Congreso, aunque acepta que sí podría serlo en algunas presidencias municipales.
Sobre el papel que las Fuerzas Armadas jugarían en su eventual gobierno, asegura que se mantendrán en las tareas que realizan ahora como la construcción, la operación del Tren Maya y las aduanas, entre otras, pero que, si en unos años ve que no funcionan en algunas áreas, “pues tomaremos decisiones”.
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En cuanto a la posibilidad de un golpe de Estado técnico, Sheinbaum señaló que “hay algunos personajes que apoyan al frente y algunos de ellos que les gustaría, porque ya ven perdida la elección, anularla de alguna manera”.
Afirma que confía en la participación masiva del electorado para evitar cualquier intento de interferencia en el proceso electoral.
En relación con las campañas de desinformación en redes sociales, Sheinbaum declaró que “en términos de las encuestas, desde que inició la campaña no ha tenido efecto”.
Sobre el liderazgo de López Obrador, Sheinbaum reconoció su legado, pero subrayó su propio papel como futura gobernante y destacó que se muestra abierta a recibir consejos, pero sin interferencias.