A un año del primer recorrido comercial del Tren Maya, la presidenta Claudia Sheinbaum celebró la finalización de los tramos 6 y 7, completando un recorrido total de mil 554 kilómetros.

Sheinbaum destacó la rapidez con la que se concluyó la obra, en tan solo cuatro años, una “hazaña” que refuerza el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con la mandataria.

La presidenta enfatizó que el Tren Maya no solo representa un avance en infraestructura, sino también una reivindicación de la civilización Maya y su historia, que combate la perspectiva racista que asocia la llegada de los españoles con la modernidad.

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“Este tren es un homenaje a las culturas que florecieron en nuestro territorio antes de la conquista”, afirmó Sheinbaum.

Durante la ceremonia, que contó con la presencia de su gabinete y los gobernadores de los estados que atraviesa el tren, la presidenta subrayó la importancia de la obra como un símbolo de unidad y orgullo nacional.

“El Tren Maya le dice al mundo: a México se le respeta”, afirmó, al tiempo que resaltó el trabajo de los constructores y la lucha contra los amparos que buscaban frenar su desarrollo.

Sheinbaum también criticó las políticas neoliberales del pasado, destacando que el gobierno actual busca retomar el rol del Estado como rector de la economía.

“La obra pública fomenta el desarrollo y la inversión privada, y es fundamental para lograr un México con bienestar y justicia”, concluyó.