La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó este miércoles el Plan México ante más de sesenta empresarios y representantes del Foro Económico Mundial (WEF), reunidos en Palacio Nacional. La mandataria delineó un proyecto de desarrollo nacional basado en la atracción de inversión, la modernización productiva y el fortalecimiento de la soberanía energética y alimentaria del país.
Durante el encuentro, al que asistieron directivos de corporaciones globales como BlackRock, Salesforce y Siemens, Sheinbaum explicó que el Plan México busca consolidar una economía menos dependiente del exterior y más equitativa. El proyecto incluye ejes estratégicos que van desde la expansión energética hasta la transformación educativa y digital del país. “Queremos que México sea una nación próspera, innovadora y sustentable, capaz de competir en los grandes circuitos económicos sin perder su independencia”, expresó ante los empresarios.
Entre los objetivos prioritarios, la presidenta destacó la inversión en infraestructura energética para que la Comisión Federal de Electricidad alcance una capacidad de generación de 26 mil megavatios, apoyada en 158 proyectos de transmisión. En materia petrolera, se propuso aumentar la producción de hidrocarburos hasta 1.8 millones de barriles diarios y fortalecer el papel de Pemex en el aprovechamiento del gas natural. En paralelo, se impulsará la construcción de 1.7 millones de viviendas, la expansión de redes ferroviarias, carreteras, puertos y aeropuertos, y la simplificación de al menos la mitad de los trámites gubernamentales mediante procesos digitales.
Sheinbaum adelantó además la creación de un programa complementario titulado “México, país de innovación”, que incluirá un Laboratorio Nacional de Inteligencia Artificial, financiamiento para startups y pequeñas empresas, y la formación científica y técnica desde edades tempranas. “El futuro no se improvisa: se construye con educación, tecnología y confianza”, subrayó. Según cifras de la Secretaría de Economía, actualmente existen 298 mil millones de dólares en proyectos de inversión en trámite, una cifra que refleja la expectativa global hacia el país.
El presidente del Foro Económico Mundial, Børge Brende, calificó a México como “una nación con posición privilegiada para convertirse en economía avanzada en los próximos 15 años”, y destacó el valor de mantener un entorno de estabilidad macroeconómica y seguridad jurídica. En el encuentro también se abordaron los desafíos del Tratado México–Estados Unidos–Canadá (T-MEC), tras las declaraciones recientes del expresidente Donald Trump, quien advirtió sobre una posible revisión unilateral del acuerdo. Sheinbaum respondió que el tratado “es ley vigente en los tres países” y que cualquier modificación requeriría consenso trilateral y una evaluación profunda.
El Plan México, considerado el primer gran anuncio de política económica integral del nuevo gobierno, busca atraer inversiones hacia regiones del sur y sureste del país mediante 26 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar. Estos espacios ofrecerán incentivos para empresas nacionales y extranjeras, con el objetivo de reducir la desigualdad territorial y estimular el empleo formal.
El proyecto, sin embargo, enfrenta retos importantes. La obtención de recursos, la coordinación entre niveles de gobierno y la transparencia en la ejecución serán factores clave para su viabilidad. Además, el contexto global, marcado por tensiones comerciales y la competencia tecnológica entre potencias, podría influir en el éxito del plan. Aun así, la presentación fue recibida con optimismo moderado entre los empresarios asistentes, quienes destacaron el potencial del país en materia energética, demográfica y logística.
Con el Plan México, el gobierno federal busca inaugurar una nueva etapa de cooperación público-privada y consolidar un modelo de crecimiento con sello nacional. La apuesta, en palabras de Sheinbaum, es que “México deje de ser un país de manufactura barata para convertirse en una potencia de innovación con justicia social”.